El manos libres es tan peligroso como usar el celular mientras se conduce
Recientemente en muchos países se está dando la moda de prohibir el uso de celulares en mientras se conduce. A esto, compañías de telefonía, medios de comunicación y las propias leyes sugieren el uso de manos libres como alternativas seguras.
Sin embargo, hay estudios que señalan que el problema con los celulares no es sostenerlos, como sugieren leyes como nuestra ley de tránsito, sino el simple hecho de hablar: usando el celular, hablando con los pasajeros o sí, ¡usando el manos libres!
Es curioso que no haya prohibiciones respecto a estos aparatos y que medios de comunicación, comerciantes, legisladores y otros irresponsables promuevan estas prácticas. Por supuesto, eso deja mucho que pensar, pues aunque los diputados no son expertos en casi nada de lo que legislan (seamos realistas, es mentira que todos y cada uno saben absolutamente todo lo relacionado con lo que legislan, quizá solo unos cuantos temas) se supone que están bien asesorados, pero parece que por aquí les metieron un gol. (Tampoco me parece lo de hacer obligatorio el cinturón de seguridad de tres puntos adelante y de dos puntos atrás, pues al pie de la letra impediría usar dispositivos más seguros que esos, que se inventen en algún futuro…). Con respecto a los medios deberían buscar más información (con expertos, y el vendedor NO cuenta como experto) antes de hablar, no limitarse a hacer comerciales como pasa con muchos programas. En cuanto a los comerciantes… que caras están las papas, ¿no?
Pero como tenemos libre albedrío, deberíamos evitar usar los dispositivos de manos libres, no por necedad, ni por complotear a las compañías telefónicas, sino por la seguridad de los que conducen, los pasajeros y los que están afuera. Si hay que hablar por celular mejor detenerse a la orilla.
Para los interesados hay información sobre esto en: http://www.laflecha.net/canales/blackhats/200407191, http://www.consumer.es/web/es/salud/2003/07/04/63050.php, y por supuesto Google; no…, bing aún no me convence, je je.